«La gente dice o salud o economía y eso no es así. Lo primero es la salud, no cabe duda», afirma el que jefe de microbiología del Hospital de Cruces (Vizcaya)
Samuel Barrón. 4º Primaria. Colegio Arturo Soria
Jorge Barrón Fernández fue jefe de microbiología del Hospital de Cruces (Vizcaya), también ha trabajado en Mali (África) y es miembro de OSALDE, y además es mi abuelo.
Abuelo, hablemos del coronavirus, ¿por qué los jóvenes tienen menos probabilidad de fallecer?
En general, ante todas las enfermedades, los pequeños están siempre en mejores condiciones. Primero porque son jóvenes y porque su cuerpo está en su mejor momento. Salvo los primeros días después de nacer, que su cuerpo está un poco debilucho, porque todavía no tiene su sistema inmunitario desarrollado del todo, los niños soportan muy bien las infecciones a no ser que estén en un ambiente muy desfavorable. Por ejemplo, un niño que esté mal alimentado, que esté desnutrido o que no beba agua potable. Esos niños sí que enferman con facilidad.
¿Cuándo crees que saldrá la vacuna para el coronavirus?
Es muy difícil predecirlo. Hay vacunas que son más fáciles de desarrollar que otras. Hay vacunas que llevan decenas de años intentando descubrirse y no se ha conseguido.
Por ejemplo, hay una vacuna con una historia muy bonita y que fue relativamente fácil de descubrir. Pero, claro, necesitó que a alguien, muy observador, se le ocurriera una idea genial que fue Jenner, un médico inglés. Había una enfermedad que era la viruela que ha matado a miles de personas en el mundo y que creaba unas epidemias muy graves y mortales. Entonces este médico, Jenner, observó algo muy interesante.
Vio que mientras que todo el mundo enfermaba y se ponía muy grave se llenaba de unas pústulas por todo el cuerpo y acaba muriendo, los que estaban cuidando y ordeñando a las vacas no tenían la viruela. Entonces se preguntó ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué estos señores no tienen la viruela? Y vio que ellos tenían en las manos unas lesiones producidas por ordeñar a las vacas, tenían una enfermedad que era una enfermedad muy ligera. Por eso se dedicó a pegar esas lesiones a otras personas y entonces vio que esa enfermedad les protegía. Esa fue la primera vacuna, una enfermedad de las vacas, por eso así.
Sin embargo otras vacunas, como la del paludismo, llevan siendo estudiadas muchísimos años y todavía no la han descubierto. Esperemos que sea una vacuna de las fáciles, que se pueda obtener en el periodo más corto, entre un año y un año y medio, si tenemos suerte.
Ahora mismo hay más de cien laboratorios estudiando vacunas para este virus. Cada uno es diferente y busca la vacuna por un lugar distinto. Si alguien tiene suerte y da con la vacuna luego hay que hacer las pruebas, digamos cultivos celulares, luego en animales de laboratorio, luego en unos pocos voluntarios, luego en más gente y, por último ya, si todo va bien, se da a todo el mundo.
¿Cómo se prueban las vacunas?
Hay que investigar dos cosas: la seguridad y la protección. La más importante es la seguridad. Hay que saber que no va a hacer daño porque igual buscando una vacuna para proteger lo que conseguimos es todo lo contrario, que se la administramos a alguien y enferma e incluso puede morir.
Por eso tenemos que ir dando los pasos con mucho cuidado y desde luego siempre que se lo administremos a una persona tenemos que explicarle muy bien que puede tener un riesgo y que lo tiene que aceptar voluntariamente, a eso se le llama el consentimiento informado. Es decir, la persona nos tiene que dar su consentimiento, pero no de cualquier manera, le tenemos que informar de que es peligroso y que si se somete es porque quiere contribuir voluntariamente.
La seguridad se busca probando con animales. Como decía antes, primero se hace con animales de laboratorio, pero no todos valen. Tienen que ser animales parecidos a nosotros. Los más parecidos son los monos porque son primates como nosotros. A veces hay otros animales que se comportan de forma muy parecida a nosotros como son los cerdos de guinea, las ratas y los ratones.
Se usan muchos animales para las primeras pruebas. Si se ve que la vacuna es segura, que a los animales no les pasa nada, entonces podemos probar con personas, pero muy poquitas, no vaya a ser que ocurra algo malo. Luego ya se hace con más y, si se ve que no pasa nada, ya hay que hacerlo con muchas.
Esto también es peliagudo porque quiere decir que necesariamente tienes que hacer dos grupos de personas, uno al que le pones la vacuna y otro al que no se la pones y un grupo y otro se someten al riesgo de padecer la enfermedad. Entonces se ve si los que no han recibido la vacuna padecen la enfermedad y los que la han recibido no. Son experimentos un poco complicados y llevan su tiempo.

¿Crees que hay que volver a la vida normal para salvar la economía o seguir de cuarentena?
Bueno la gente dice o salud o economía y eso no es así. Lo primero es la salud, no cabe duda. En España solo llevamos unas veintisiete mil muertes, y si estás muerto la economía ya no te sirve de nada. Por supuesto que a la economía le está afectando muchísimo, sobre todo a las personas que están en peores condiciones, y es una cosa muy seria, pero no vamos a decir salud o economía. Es como decir la bolsa o la vida. Entonces claro, le das la bolsa, está clarísimo.
Pero no debería de ser así, Samuel, la respuesta que hay que dar a la pregunta que tú me has hecho es las dos: la salud y la economía. Si contestas eso te dirán ¿cómo que las dos cosas? No puede ser. Yo digo que sí se puede porque hay muchas economías, fundamentalmente podemos decir que hay dos economías la de la desigualdad y la de la igualdad. ¿Cuál es la de la desigualdad? Desgraciadamente es la que domina en el mundo. Simplificando mucho un 10% de la población tiene más dinero que el 90%. Esa economía no la quiero yo para nadie.
Pero ahora estamos ante un peligro muy grande para la humanidad, aquí no se salva nadie ni ricos ni pobres. Entonces ¿qué tenemos que hacer? Ayudarnos, para eso es la economía, para ayudarnos y si ahora muchas personas se quedan sin trabajo hay que ayudarles, no les puede faltar la alimentación, no les puede faltar la vivienda, ni la educación de sus hijos. Eso es solidaridad y esa economía si se puede porque dinero hay de sobra, lo que pasa es que está mal repartido.
¿Cómo crees que se sintieron los médicos cuando se enteraron de que pasamos a la fase uno?
Siempre que avanzamos una fase nos estamos jugando mucho. Sentimos miedo, miedo a que haya un rebrote. ¿Y ese miedo cómo se cura? Pues estando vigilantes, hay que saber qué pasa, porque si empiezan a subir los casos y empieza a morir la gente entonces igual hay que parar. ¿Y cómo se hace esa vigilancia? Pues midiendo una serie de parámetros cómo la encuesta de serología y los casos nuevos que haya.
También hay otra cosa muy importante que es qué medios tenemos para que no pase lo que desgraciadamente ha pasado en muchos sitios y es que los medios eran limitados y mucha gente se ha quedado sin poder ser tratada y, desgraciadamente, ha fallecido porque, por ejemplo, no había respiradores.
¿Crees que afecta la cuarentena igual a los ricos que a los pobres?
Evidentemente no. No es lo mismo cuando vemos en televisión que hay unos que están haciendo la cuarentena y les preguntan qué tal en una casa de campo y los niños jugando en el jardín con el perrito al balón. Esos casi están viviendo unas vacaciones.
Sin embargo, como tú sabes, hay gente que ni siquiera tiene casa donde vivir, que vive en la calle. Y muchos de ellos son enfermos o son adictos, que también son enfermos, o gente que ha se ha quedado en el paro y lo ha perdido todo. Esta gente se ha quedado sin comida y sin un lugar a dónde ir. Estas son las personas a las que más les ha afectado y les tendremos que recoger en algún sitio.
Otras son familias que viven en unas viviendas donde apenas caben, están compartidas por muchas personas o familias, o viven en un bajo húmedo. ¿Cómo van a estar allí tantas horas? Son gente que soporta esas condiciones porque viven prácticamente en la calle y solo entra un rato para dormir. Y luego la gente que vive con unos trabajos que se han acabado y nadie les va a dar el paro, ni les van a dar el dinero de un ERTE, ni nada de eso. La gente que vive de los negocios de la calle, los manteros, por ejemplo.
Toda esa gente tiene que ir a pedir la comida. Hay gente que nunca ha pedido nada y se tiene que ver en una cola de un comedor para que le den un poco de comida para él y para su familia. Entonces, claro, efectivamente la cuarentena no es igual para todo el mundo… Y vuelvo a decir lo mismo, que eso se cura con solidaridad.
¿Cómo hubieran sido los efectos del coronavirus sino hubiera habido recortes en la sanidad pública?
Pues decimos siempre que tenemos una buena sanidad, y es verdad. Pero ha habido tantos recortes a partir de la última crisis del 2008, en los servicios públicos, en sanidad, en educación y en servicios sociales, ha habido tantos recortes que nos han dejado los recursos muy justitos. Y eso que la sanidad española es, de toda Europa, la más eficiente, la que con menos dinero, tiene mejores servicios. Pero cuando hay algo extraordinario, no tiene capacidad.
Se ha recortado tanto en sanidad que con la gripe estacional, la de todos los años, las urgencias se llenan y no se puede atender bien a todo el mundo. Pues, ahora, que el pico de enfermedad que ha habido es muchísimo mayor, no ha habido medios suficientes, aunque la Organización Mundial de la Salud está harta de advertir que las epidemias vienen una detrás de otra. Es inevitable, aproximadamente cada cuatro años tenemos una nueva

Por último, tú que has estado en África montando laboratorios, ¿crees que los países africanos podrán enfrentarse al virus?
Desgraciadamente los países africanos se están enfrentando a muchas epidemias. Epidemias que nosotros ya no tenemos porque hay vacunas, porque hay fármacos eficientes. Sin embargo, esas enfermedades que tenían que estar erradicadas ya del planeta, como, por ejemplo, la tuberculosis, matan a muchísimas de personas.
En esos países mueren muchos niños recién nacidos que, como no tiene agua potable, mueren de diarrea, una enfermedad que la tiene cualquiera y aquí es una enfermedad banal. Sin embargo allí mueren los niños. En los primeros cinco años de la vida mueren muchos niños en África por enfermedades infecciosas que aquí ya no están porque tenemos los remedios para ello. Esta epidemia será una más, se sumará al Ébola, al SIDA, al cólera…